La comprensión es la meta de la lectura, pero el lector emergente necesita ser guiado en cómo encontrar el sentido de lo que lee. Una oportunidad para desarrollar el significado de un texto es presentar el libro nuevo a los alumnos. En el capítulo 7 de Teaching for Biliteracy: Strengthening Bridges between Languages, Urow y Beeman hablan de “un paseo de dibujos”, en conjunto con charlas en pareja y un marco oracional . El propósito es construir el significado a través del lenguaje académico y dentro de un contexto natural y comprensible. En el contexto de la instrucción en grupos pequeños, el maestro puede extender esta práctica y proveer lo que se llama “una orientación al libro nuevo”.

¿Qué es una orientación al libro? Se presenta el libro a los alumnos en una manera que les prepara a leer y comprender. Los lectores emergentes están desarrollando el conocimiento del lenguaje y la correspondencia de lo que anticipan con lo que ven en las páginas. Están construyendo el significado al nivel de la palabra, la frase, y el texto global. La orientación al libro establece el terreno en que el niño aplica la capacidad estratégica. Dado el apoyo apropiado antes de leer, el niño será capaz de resolver el texto en las páginas.

¿En qué consiste una orientación al libro? Hay varias versiones de como presentar un texto nuevo a un grupo de alumnos. Basado en lo que he leído y mi experiencia como maestra de descubriendo la lectura, propongo 3 componentes para una buena orientación:

#1 Resuma el libro en 1 palabra

Los alumnos necesitan pensar en un nivel abstracto, y entre más temprano, mejor.   Los libros llevan un tema literario que se puede extraer. Incluso los libros emergentes se pueden presentar en una forma auténtica que nos anima pensar a un nivel profundo. Piensen en los personajes principales, y su deseo o su problema central. Si no es obvio, ¡invéntelo! ¿Es un libro sobre la competencia? ¿La supervivencia? ¿La persistencia? ¿La cooperación? ¿La venganza? Pensar en el tema literario le da al maestro una guía para la conversación, y le da al alumno un propósito al leer.

#2 Plantee una pregunta abierta

La orientación del libro les da a los alumnos una oportunidad para construir el significado del libro en un contexto conversacional. A diferencia de las preguntas “cerradas” que piden una respuesta de “sí” o “no” o de una palabra o una frase, las preguntas abiertas dejan que los alumnos piensen más profundamente y utilicen más lenguaje para expresar su pensamiento. En vez de “¿Qué come Papá Oso?”, el maestro puede considerar una pregunta como ¿Qué notas aquí? o ¿En qué te hace pensar? Las preguntas abiertas dan más responsabilidad a los alumnos para construir el significado por si mismos, y les proveen la oportunidad de tomar riesgos en utilizar frases y oraciones completas para comunicarse.

#3 Practique unas estructuras nuevas

La estructura del lenguaje es uno de los aspectos más importantes pero menos enseñados por los maestros. Aparte de ser familiarizados con el vocabulario nuevo al que se van a enfrentar, los alumnos pueden beneficiarse al escuchar, decir, y ver las estructuras no comunes. Los textos incluyen estructuras del lenguaje que tal vez no correspondan con las estructuras del lenguaje oral del niño. Antes de leer, el maestro puede llamar la atención a 1 o 2 frases y decirlas en una forma expresiva para tratar de desarrollar el oído del alumno. Los alumnos pueden ser invitados a repetir las estructuras o usarlas en una manera auténtica. Así, cuando lleguen a esa parte del texto, no tendrán que depender tanto en descifrar la información visual sino aprovechar de su recurso del lenguaje oral que se está desarrollando.